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“El cáncer también puede prevenirse” es la temática de una nueva campaña lanzada por la Unión Internacional contra el Cáncer para la celebración del Día Mundial contra el Cáncer, ayer 4 de febrero.
El objetivo de la campaña es crear mayor conciencia de que el riesgo de contraer cáncer puede reducirse potencialmente hasta en un 40% mediante cambios sencillos en el estilo de vida y otras medidas de control como la vacunación, la actividad física regular, una alimentación saludable, el consumo limitado de alcohol, una menor exposición al sol y evitando el tabaco.
Si nos quisiéramos un poquito más (bueno, hablo por mí que hay algunas que si se cuidan) adoptaríamos estos seis sencillos cambios en nuestro estilo de vida. No suponen un esfuerzo inalcanzable, creo que es más una cuestión de disciplina.
De momento he empezado a caminar una hora diaria. Como frutas y verduras. Mis adorados bocadillos han desaparecido de mi cocina. Bebo muy poco alcohol. Cuando estoy al sol uso cremas con un nivel de protección muy alto y siempre evitando las horas de sol “malo”.
Lo que peor llevo es el tabaco. He reducido el consumo, pero todavía no he podido dejarlo totalmente. Para mí y todos los que no nos lo hemos propuesto, esta tarjeta que forma parte de la campaña
Saltando de tema pienso en lo que han avanzado los tratamientos contra el cáncer. Los métodos diagnósticos han mejorado y permiten detectar tumores muy pequeños. Además han mejorado mucho la organización de servicios de oncología y hay más profesionales y mejor formados.
Socialmente también se ha experimentado un profundo cambio de desestigmatización. Antes la palabra cáncer para era sinónimo de muerte. Ahora es sinónimo de lucha, de fuerza y de supervivencia.